El camino de Juan Carlos Cotella es un ejemplo inspirador de cómo la resiliencia, la visión y el compromiso pueden llevar a un agrónomo a convertirse en un destacado director de agroempresas. A través de una entrevista con Agrositio, Juan Carlos nos compartió sus experiencias y reflexiones sobre los desafíos y aprendizajes en su trayectoria. Este artículo busca desglosar sus enseñanzas y ofrecer una guía para aquellos que aspiran a seguir sus pasos.
La resiliencia como pilar fundamental
Ser resiliente significa enfrentar los desafíos sin rendirse. La vida de un empresario agropecuario en Argentina está llena de obstáculos, sin embargo, él enfatiza que la resiliencia no solo implica enfrentar el contexto externo, sino también los múltiples factores que van surgiendo a lo largo del desempeño. No se nace siendo empresario; se va formando y perfeccionando con el tiempo. En este proceso, la clave es no darse por vencido y perseverar a lo largo del camino, aprendiendo a «surfear la ola» de manera creativa y, a veces, reactiva.
La resiliencia no solo se refleja en la capacidad de perseverar, sino también en la habilidad de generar riqueza no solo para uno mismo, sino también para la comunidad. Esto implica empoderar a otros y crear un entorno en el que todos puedan prosperar. En su caso, esto se traduce en invertir en el conocimiento y las habilidades de sus colaboradores.
Desafíos y oportunidades de la Agricultura
Cotella ha optado por enfocarse en la agricultura de primera calidad, un mercado altamente competitivo en Argentina. Este enfoque ha presentado tanto ventajas como desafíos. La clave ha sido aprovechar las oportunidades únicas que ofrece Argentina, a pesar de sus dificultades. Esto incluye desarrollar soluciones innovadoras y sostenibles que beneficien tanto a su empresa como a la comunidad local.
La sostenibilidad es un proceso a largo plazo que requiere la creación de valor y riqueza de manera constante. No se trata solo de producir, sino de hacerlo de una manera que mejore la vida de todos los involucrados. Esto implica un compromiso continuo con la mejora de las condiciones de trabajo y de vida de sus empleados, así como con la innovación en prácticas agrícolas.
Si bien las condiciones son muy cambiantes, Juan Carlos confía en las habilidades de su equipo y en su capacidad para adaptarse a cualquier situación. Su enfoque es construir valor independientemente del contexto político o económico, centrándose en crear condiciones favorables para el desarrollo sostenible de su empresa.
La cultura empresarial
Juan Carlos, como fundador de su empresa, ha comenzado desde cero. Su lema personal, «todos los días, todo el día», refleja su dedicación y el esfuerzo constante que ha puesto en construir su empresa. En sus inicios, enfrentó numerosas limitaciones: falta de recursos, conocimientos especializados, equipos de trabajo adecuados y financiación. Enfrentó estos desafíos con perseverancia, reconociendo que muchos emprendedores construyen su éxito a lo largo de muchos años, y su experiencia no ha sido una excepción.
Su formación como ingeniero agrónomo y su pasión por la actividad lo han mantenido involucrado en cada aspecto del negocio. Disfruta del contacto con la naturaleza y la supervisión directa de las operaciones, buscando siempre aportar ideas, solucionar problemas y empoderar a su equipo con herramientas que les permitan tomar decisiones informadas.
Uno de sus logros destacados ha sido la integración de herramientas de agricultura digital, que han permitido a sus colaboradores, mejorar significativamente sus habilidades. Estas herramientas permiten a los operarios gestionar tareas desde sus teléfonos móviles, identificar malezas y plagas, y gestionar los cultivos de manera más efectiva. Este enfoque no solo eleva la calidad del trabajo, sino que también permite ofrecer salarios superiores a los del mercado, demostrando que el conocimiento y la calidad son aspectos fundamentales para el éxito y la sostenibilidad de la empresa.
Su objetivo es crear un ambiente de trabajo donde sus empleados se sientan valorados y motivados para contribuir al éxito de la empresa.
Delegar y estar presente
El proceso de delegar es esencial en la gestión empresarial, y para Juan Carlos Cotella, no se trata de una cuestión de dificultad, sino de estrategia. Su enfoque hacia la delegación está orientado a optimizar los procesos y maximizar la productividad, no solo para sus colaboradores, sino también para el negocio en su conjunto.
Cuando él visita diferentes actividades y procesos en el campo, su objetivo es aportar contribuciones significativas que mejoren la productividad y la calidad de vida de sus colaboradores. Esto incluye la implementación de tecnologías y prácticas que no solo optimicen el tiempo de trabajo, sino que también añadan valor a la empresa.
En su visión, la delegación efectiva no significa estar ausente. Considera que una parte crucial de su rol es estar presente y contribuir activamente al proceso. Invita a sus colaboradores a aprender mediante la experimentación y el error, entendiendo que este es un método efectivo para el crecimiento y la mejora continua. Las herramientas digitales actuales permiten a sus empleados probar nuevas soluciones, equivocarse y ajustar sus métodos para lograr resultados más eficientes. Cotella supervisa este proceso, asegurándose de que la información recolectada sea precisa y útil para la toma de decisiones estratégicas.
Conclusión
Juan Carlos Cotella demuestra que la fortaleza empresarial radica en adaptarse y evolucionar, manteniéndose cercano a las operaciones y empoderando a su equipo. Su enfoque en la mejora continua y la educación subraya que delegar efectivamente implica contribuir al valor y a la eficiencia de los procesos. Su historia nos enseña que el verdadero éxito se construye con esfuerzo constante, aprendizaje y un firme compromiso con la excelencia.