Familia de Productores de 4° generación que nunca dejan de “soñar el futuro”

En una reciente entrevista con Agroestrategas TV, tuvimos el privilegio de escuchar la inspiradora historia de Adrián Favre y Guillermo Barbieri, primos y directores de la empresa agropecuaria Altuy SA. La conversación destacó cómo una empresa familiar puede trascender generaciones y convertirse en un modelo de gestión moderna, resiliente y enfocada en el futuro.

La transición generacional: un puente entre pasado y futuro

Adrián compartió cómo, a sus 22 años, decidió unirse al negocio familiar tras una conversación con su padre. En ese momento, Altuy era una empresa con bases tradicionales, pero Adrián vio la necesidad de innovar y profesionalizar la gestión. Desde implementar sistemas financieros claros hasta incursionar en la agricultura en una región donde esta práctica era escasa, el camino estuvo lleno de aprendizajes y decisiones clave.

Por su parte, Guillermo, quien se incorporó más tarde tras una carrera en el mundo corporativo, encontró en Altuy una oportunidad para reconectar con sus raíces familiares y aplicar su experiencia en sistemas y procesos a un entorno completamente nuevo para él. Ambos primos resaltaron cómo el aprendizaje continuo y la humildad fueron esenciales para construir un modelo de gestión sostenible.

El poder de la familia en los negocios

Un aspecto clave de la entrevista fue la importancia de los valores familiares en la gestión empresarial. Adrián y Guillermo enfatizaron que uno de los grandes logros de Altuy ha sido formar un comité de dirección en el que participan los miembros de la familia. Este espacio no solo facilita la toma de decisiones estratégicas, sino que también asegura la continuidad y la representación de todas las ramas familiares.

La transición hacia la tercera generación no fue sencilla, pero la clave estuvo en la comunicación abierta y en reconocer el rol de cada miembro. Guillermo mencionó cómo su incorporación ayudó a equilibrar la representación de las ramas familiares, algo que consideraron crucial para el éxito a largo plazo.

Estrategia como verbo: Diseñar el futuro

Uno de los conceptos más resonantes de la entrevista fue el de “estrategia como verbo”. Inspirados por líderes como Gustavo Grobocopatel y Oscar Alvarado, Adrián y Guillermo explicaron cómo han transformado la planificación estratégica en una acción continua. Este enfoque les permite adaptarse a los cambios del entorno, aprender de la experiencia y seguir persiguiendo sueños comunes.

Adrián lo sintetizó con una frase memorable: “Un sueño no es solo imaginar el futuro, sino trabajar día a día para convertirlo en realidad”. En este marco, Altuy ha diseñado un plan al 2030, un horizonte que combina aspiraciones ambiciosas con pasos concretos.

El legado de la cuarta generación

Pensando en el futuro, los directores han comenzado a involucrar a la cuarta generación en el proceso empresarial. Aunque algunos miembros tienen intereses y carreras fuera de la empresa, la filosofía de Altuy es clara: formar accionistas responsables que entiendan sus derechos y deberes. Este enfoque asegura que el legado familiar continúe siendo una fuente de orgullo y sostenibilidad.

La historia de Altuy es un recordatorio de cómo las empresas familiares pueden ser una fuerza transformadora cuando combinan tradición, innovación y una visión clara de futuro. Adrián y Guillermo han demostrado que, con diálogo, humildad y un fuerte sentido de propósito, es posible superar los desafíos y construir algo que trascienda generaciones.

Desde Simpleza, celebramos y admiramos historias como esta, que inspiran y nos enseñan el verdadero significado de la estrategia en acción.