En las empresas pequeñas y medianas, es común que se produzcan crisis organizacionales y de gestión a medida que crecen en volumen de negocios. Esto se debe a que, en muchos casos, la gestión se basa en la confianza y la delegación limitada, lo que puede llevar a una superposición de roles y desmotivación en los equipos.
Frecuentemente, el crecimiento de las empresas se aborda mediante la incorporación de colaboradores que asumen múltiples funciones, sin un diseño organizacional pensado desde los procesos. Esto conduce a una situación en la que el diseño organizacional se basa en las personas y no en los procesos, lo cual genera una crisis funcional cuando un colaborador abandona la empresa.
Es crucial entender que una empresa pensada desde las personas es competente, pero una empresa pensada desde los procesos no sólo es competente, sino también competitiva. En Simpleza, creemos que las estructuras organizacionales deben diseñarse en torno a los procesos, asegurando que los colaboradores cuenten con el perfil óptimo para ejercer sus roles y ejecutar las funciones vinculadas a los procesos en los que participan.
Por ello, revisar el mapa actual de los principales procesos, describirlos y a partir de ello definir un organigrama con roles y funciones diseñados desde los procesos, y no desde las personas, son los factores clave en el proceso.
La implementación de procesos y controles adecuados es fundamental para profesionalizar la gestión empresarial y garantizar un crecimiento sostenible y competitivo. Solo mediante la adopción de esta perspectiva centrada en los procesos, las empresas pueden superar las crisis organizacionales y de gestión, y alcanzar el éxito a largo plazo.