Los desafíos del trigo 2025/2026

Abril está siendo un mes con gran cantidad de información y cambios en las reglas de comercio y por eso es necesario para analizar el mercado separar qué cosas son del entorno y qué cosas son de los fundamentales del mercado.

Comenzando por los factores exógenos, claramente el comienzo de mes nos ha puesto en la tarea de entender cuáles podrían ser las consecuencias de todas las medidas implementadas desde EEUU con su presidente D.Trump. en cuanto a los cambios en los términos de intercambio de este país respecto al mundo y conocido como la Guerra comercial. El 2 de abril los anuncios concretos han sido un aumento de aranceles a todos los países, como se ven en la gráfica donde el foco mayor ha estado puesto en China básicamente por el gran déficit comercial que EEUU tiene con ellos.

En consecuencia a esta propuesta, es que luego, de parte de China, se ha generado una escalada en los aranceles, de forma tal que han llegado a unos aumentos irrisorios en el momento del cierre de esta nota: de EE. UU. 145 % a las importaciones chinas, y este último de 125 %. Además, muchas trabas para comercializar de parte de algunas empresas y sectores estratégicos, como por ejemplo el tecnológico.

Cuando estas situaciones pasan, es interesante analizar cuáles potencialmente son las causas. Desde EE.UU., pareciera, y aplicando un razonamiento lógico, que Trump en un primer lugar busca equilibrar la situación deteriorada en su macroeconomía. Si bien es una de las economías con mayor poderío mundial, también es cierto que su deuda pública, déficit fiscales crónicos y tasas de interés altas no son impulsores de una gran expansión de la misma.

Por eso, salió a presionar mediante aranceles para que alguien le pague parte del gasto, pudiendo cumplir con su propuesta de baja de impuestos a los privados, y además, hoy con una batalla interna para que J. Powel baje la tasa de interés de la FEd, a fines de bajar el impacto del pago de intereses de la deuda, que a la foto de hoy es insostenible. Para el logro de estos objetivos es que se ha pateado el tablero del comercio mundial y que, seguramente, no será el mismo que hemos conocido hasta aquí. Por esto, estos eventos hay que analizarlos en el correr del tiempo y con una mirada económica pero también política. Hasta aquí cuesta ver ganadores, pero por ahí, transcurridos unos días de los anuncios, reanuncios y retractarse de los mismos, pareciera que el más perdedor es la credibilidad a los futuros cambios que proponga D. Trump.

Como consecuencia de corto plazo, se observa en el siguiente gráfico cómo se ha devaluado el USD, pero lo mismo pasó con el resto de las monedas, excepto con el yuan, que este, al igual que en la primera guerra comercial, va a utilizar esta herramienta para darle mayor competitividad a sus exportaciones y con ello un impulso a su economía, que también viene con algunos motores apagados.

Fuentes, finviz.com

Arriba el Yuan frente al USD y se ve claramente la decisión del Banco Popular Chino por dejar de intervenir la moneda, y la misma devaluándose. Los riesgos de esto serán un posible aumento de la inflación, y es una de las variables que más hay que seguir en el corto plazo para determinar cuál será la fuerza de China para competir mediante la aplicación de políticas monetarias o si lo llevará a otro plano de cosas.

Para cerrar un breve análisis del entorno, hay que necesariamente contemplar lo que pasa en el marco bélico, y en principio, la gran mayoría de los conflictos desatados todavía no tienen fin. Nos hemos acostumbrado a vivir con guerras, lamentablemente, pero en el orden del análisis de granos es otro de los factores que imprime cambios en los precios. Enfocándonos en las chances del trigo, es que, por supuesto, seguir la evolución de Rusia/Ucrania será el desafío. Ahí tenemos los principales exportadores de trigo y por eso es tan importante. Hasta hoy pareciera que el presidente ucraniano no dará marcha atrás en la idea de recuperar los espacios tomados desde la invasión rusa.

Como un gran resumen, el entorno lo podemos describir como un VUCA: volátil, incierto, complejo y ambiguo, sin ninguna duda.

Por otro lado, y desde lo local, Argentina aplicó lo que llamó la Fase III del programa económico. Recordemos que la gestión del plan está enfocada en los aspectos fiscal, monetario y cambiario en esta etapa. El accionar en esta línea ha sido pedir un préstamo a organismos multilaterales, pero para fortalecer el patrimonio del BCRA y así hacerle ajustar el cepo y tener herramientas para gestionar en el frente cambiario. Propuso una salida del cepo con algunas cláusulas, como por ejemplo la salida de utilidades de empresas que antes no las podían volver a sus casas matrices, y dejar que el tipo de cambio fluctúe en una banda de entre 1000 y 1400 pesos, con 1 % mensual arriba y abajo, donde el Banco Central, en las mismas, poder intervenir. Al ser un gran volumen de dinero el que están recibiendo, esperan que el tipo de cambio nuevo se acerque a la banda inferior y así, genuinamente, el banco pueda comprar dólares y seguir fortaleciéndose, y esa es la única forma de emitir nuevos pesos y darle dinámica a la economía. Este escenario, seguramente, se dará con mayor velocidad si crecen de forma sostenida las inversiones. Hasta aquí, los principales indicadores bursátiles de Argentina lo han visto como positivo, y vemos, por ejemplo, la baja del riesgo país.

Fuente dolarito.ar Al 31 de marzo, el USDA ha publicado los stocks trimestrales. Aquí, un dato es que EE. UU. viene en las últimas 3 campañas incrementando sus stocks, por recortes en su demanda, pero cuando a este dato lo elevamos a nivel mundial, vemos que el ratio está en lo mínimo.

Por otro lado, si bien Rusia y Ucrania, la campaña pasada, han sufrido una merma en sus niveles de producción, es una incógnita de cara a la campaña 2025-2026, pero el mercado pareciera tomar precios descontando que el año sea sustancialmente distinto al año anterior.

Si analizamos lo que pasa con las condiciones en nuestro país, existe convergencia de varios factores para que el área pueda crecer, más allá de algún tema de cambios de los precios que generen algunas dudas.

  1. Condiciones de suelo óptimas, sobre todo comparándolas con los años anteriores.
  2. Se materializaron las bajas de algunos costos de producción, como puede ser la aplicación de fitosanitarios para la realización de barbechos.
  3. Es probable que los alquileres ajusten a la baja, principalmente por las bajas rentabilidades.
  4. Los precios de cosecha diciembre 2024 son buenos comparados con los últimos años. Los precios disponibles se han visto afectados por la salida del cepo; menor detalle sería la eliminación de la forma de liquidar que existía, conocida como dólar blend.
  5. Estamos cerca de entrar en los aumentos estacionales de precio que van de mediados de junio a agosto, más allá de las particulares situaciones del año en curso.
  6. Hay que seguir analizando el comportamiento de la exportación, de cara a cómo anoten de aquí en más posibles nuevos negocios de campaña nueva.

Creemos que vamos a ver un aumento de área de trigo en Argentina, lo que, por supuesto, como todos los años, los va a poner en el debate de cuál será el destino de lo que aquí ya no se consume, o sea, cuál será el destino de lo que se supere de 7 millones de toneladas. También pone de manifiesto una necesidad de gestionar la combinación de lo productivo con lo comercial, con poco margen por las bajas rentas proyectadas. Esto quiere decir que hay que ejecutar siempre que las relaciones de precios sean buenas, o sea ahora, aplicar seguros productivos y tomar precios siempre que esté cumpliéndose algún objetivo planificado.