¿Qué pasará con el mercado de la Soja?

Una nueva apertura de año para la soja en un escalón de precios menor al de los años anteriores. El hemisferio sur, de la mano de Brasil y Argentina, será el epicentro de lo que pueda pasar con el precio de la soja. Empezó la siembra con datos menos alentadores que años anteriores, pero con un largo camino por recorrer, ¿cuál podría ser el escenario posible?

Ya a mediados de septiembre, el hemisferio sur enciende los tractores para comenzar la siembra del cultivo insignia que es la soja. Tomando datos de USDA, la suma de Brasil, Argentina, Paraguay, Bolivia y Uruguay será de casi 240 millones de toneladas, más del 55% del volumen total a producir, que se estima en 430 millones de toneladas. Aquí la primera diferencia con el año anterior, y que explica parte de la baja que hemos visto en los precios, es de 35 millones más de producción. Estamos lejos de los precios de soja del año 2022 y parece que estamos con cierta volatilidad y en un canal más parecido a 2017-2018.

La pregunta que todos nos hacemos es, ¿será este el precio del piso de la soja? Difícil saberlo, pero parece que los datos bajistas en general ya están tomados. Se alinea, como dijimos antes, la proyección de producción sumada a cuestiones financieras, haciendo que los fondos de especulación hayan llegado a tener la posición vendida en valores récord, sumado a una China que venía muy tranquila en sus compras. Como todas estas noticias siempre son cíclicas, lo que vemos ahora es justamente la inversa.

Temas financieros

Viene afectando la baja de tasas de interés anunciada por la FED y, consecuentemente, los fondos han salido a recortar sus posiciones vendidas y esto es una compra ficticia, pero que tiene impacto, generando volatilidad en los precios. Luego, vemos algunas compras de China que se reactivan, y el principal factor, el CLIMA, viene dando escasas lluvias, sobre todo en Brasil.

Queda por saber dos variables concretas en dicho país. La primera es el área y la segunda es el rendimiento. Según Conab, se estima una siembra de 47,4 millones de hectáreas, casi 1,5 millones más que el año precedente, con un rendimiento 10% arriba del año anterior, pasando de 147 a 166 millones de toneladas. Este país explica gran parte del saldo de producción.

Por último, para cerrar, la oferta argentina daría un salto también a 51 millones de toneladas, influenciada por una mejora en los rendimientos y una mayor área por el impacto de la chicharrita en maíz, dejando algo más de área a la oleaginosa.

Como se detalla, gran parte de la futura oferta de soja está en manos del hemisferio sur y deberá ser el clima, en una primera instancia, quien defina cuál será el piso de precios, pero también la demanda de granos y aceites mundial.

Como todo lo antes dicho no es lineal, tanto oferta como demanda, tenemos que seguir bien de cerca cuál será el comportamiento de venta de los productores, ya no solo argentinos, sino mundiales. Porque, si bien podemos leer que oferta vamos a tener, hay que detallar cuál es la disponibilidad de esta. Lo viene demostrando muy bien Argentina, pero también pasa lo mismo en el resto de los países productores.

Argentina

Por el lado del productor argentino, se deja ver que a estos valores, tanto disponibles como futuros, no quiere tomar decisiones de venta. En el escenario de bajos precios, menor inflación y expectativas de normalización macroeconómica, prefiere el grano, y esto viene colaborando a los precios pagados aquí versus el de los competidores.

Es simplemente un capítulo de un libro que tenemos que escribir. Será un año largo para toda la cadena agroindustrial y el productor en particular.