Desde el Movimiento CREA apuntan a un cambio de enfoque en el negocio agropecuario. Ya no se trata solo de producir más, sino de hacerlo bien.
La forma de producir ha cambiado. Las empresas han cambiado. El contexto en el que deben moverse ha mudado su piel. Ahora no sólo se trata de producir más, se trata de hacerlo bien, con la gente adecuada y las formas que los mercados y la sociedad requieren.
En este contexto, la semana pasada el CREA presentó nuevas Normas de Gestión Empresarial que proponen un cambio en la cosmovisión de las empresas. “Durante mucho tiempo el Movimiento CREA puso el foco en medir procesos, negocios sin mirar la empresa en su conjunto como un sistema, pero los últimos años, a partir de un cambio estratégico, empezamos a pensarnos más como empresarios que como productores”, relató a Clarín Rural el responsable del área de Empresa en CREA, Alberto Galdeano.
Este foco hizo replantear las cosas que se miden. “Se siguen midiendo los negocios y los procesos, como lo viene haciendo el Movimiento a lo largo de casi 60 años, pero fundamentalmente, ahora el foco está puesto en medir la empresa en su conjunto”, resumió Galdeano.
Para el desarrollo de esta herramienta de gestión, desde el área Empresas de CREA estudiaron cómo se miden las empresas en otros sectores de la economía. “Así, hoy, nuestro sistema permite comparar las empresas de agro con otra de cualquier sector de la economía”, remarcó Galdeano. Vale recordar que estas normas, si bien son obligación para las que están dentro del Movimiento, también pueden ser adoptadas por empresas que no pertenezcan. Sólo hay que entrar a la web de CREA y buscarla allí.
“Nosotros consideramos que la sostenibilidad de las empresas hoy se basa en tres aspectos: lo económico, lo social y lo ambiental, esta norma sólo refleja lo económico, pero tenemos otra área de CREA que trabaja en el desarrollo de normas para medir aspectos ambientales y en algún momento se medirá lo social”, relató Galdeano.
Problemas hoy
Está claro que entre los problemas más relevantes hoy en cualquier empresa, agropecuaria o no, está la volatilidad de precios, el poder de compra deprimido y la falta de financiamiento.
Consultado por Clarín Rural sobre qué problemáticas trabajan, Galdeano destacó que los ocupa mucho lo que tiene que ver con el gobierno empresarial. “Tiene que ver con los ámbitos que gobiernan la empresa: la familia, la mayoría de nuestras empresas son familiares y estamos trabajando mucho en esto; los accionistas de la empresa; el directorio y la gerencia general”, contó. Y agregó: “Tiene que ver con el espacio en el cual se toman las decisiones más estratégicas y estructurales, no tanto las coyunturales, no las que tienen que ver con el negocio de un año para el otro sino en cómo se decide el largo plazo de una empresa agropecuaria”.
Según Galdeano, “las nuevas normas ayudan mucho a medir la problemática estructural que pueda tener una empresa agropecuaria y mejorar a partir de esto”. “Las anteriores normas de gestión medían más la coyuntura porque el foco era cuantificar el negocio, ahora se mide más la estructura”, resumió.